martes, 4 de junio de 2013

Phnom Penh International Airport (PNH)

Con motivo del Día Internacional del Niño, que en Camboya se celebra el primero de junio, la compañía que gestiona el Aeropuerto Internacional de Phnom Penh (PNH) invitó a un grupo de niños de PSE a visitar sus instalaciones. Yo no pude acompañarlos en la visita, pero por mi especial relación con el mundo de los aviones me gustaría contaros cómo fue.

Al evento estaban invitados quince niños y niñas. Los quince viven en el internado de PSE y para los quince era probablemente la primera vez que iban a un aeropuerto. Estaban acostumbrados a ver los aviones en el cielo, en la tele o a tenerlos como juguetes y hacerlos volar con las manos. No se imaginaban que iban a tener la oportunidad de montar en uno.

La visita comenzó con un paseo por las instalaciones del aeropuerto, especialmente las de Qatar Airways, la última aerolínea en operar en Phnom Penh. Ya desde la terminal, los niños afirmaban que los aviones que venían tras el cristal eran "los padres" de los que tienen como juguetes. Estaban emocionados por verlos tan cerca. Todavía no lo sabían, pero pronto iban a subir.

Entre los quince niños y niñas los hay más tranquilos y más revoltosos, pero predominan estos últimos. Sin embargo, en un alarde de educación germánica formaron en línea en el momento en que les dijeron que tenían que pasar los controles de seguridad para salir a la pista y, sorpresa, montar en el avión. Su nivel de excitación iba en aumento. Contrastaba con una mezcla de miedo y admiración al ir acercándose al imponente A330 de Airbus. En unos segundos estarían dentro.

En el avión los esperaba la tripulación de Qatar Airways. Desde pilotos a azafatas pasando por responsables de la compañía en Phnom Penh. Tuvieron la suerte de conocer lo que se siente al viajar en primera clase y, sobre todo, de sentirse pilotos entrando en la cabina. Les sorprendieron los miles de botones que veían; enfrente, arriba, abajo, en el centro. Querían tocarlos todos. De vuelta a primera clase y tímidos al principio, hicieron mil preguntas. Querían saberlo todo. Desde "cómo vuela un avión" a "qué comen las azafatas para estar tan guapas". Preguntas ingenuas de niño...

La visita terminó y los niños acabaron la excursión comiendo - más bien devorando - hamburguesas en una de las franquicias del aeropuerto. A juzgar por el entusiasmo que transmitían cuando volvieron al centro y por la manera como nos contaron lo que habían visto, quizás no sea descabellado plantear la creación de una escuela de pilotos en PSE ;-)





P.S. Si queréis ver más fotos, simplemente tenéis que visitar la página de Facebook de Pour un Sourire d'Enfant (PSE): https://www.facebook.com/psecambodia?fref=ts

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